Ad Code

Ad code

COMPRUEBAN EL USO RITUAL DE CANNABIS DESDE HACE MÁS DE 2500 AÑOS


Aunque hay conocimiento del cultivo de cannabis -en su forma de cañamo- para la fabricación de elementos textiles como ropa o cuerdas, o incluso papel, que data desde por lo menos 6000 AC, la evidencia de la utilización de la planta de otras formas no es tan clara.
No obstante, una reciente investigación entrega luces, y más que eso, presenta las primeras evidencias sobre el consumo de cannabis en un contexto ritual, pues hasta ahora poco se conocía sobre el uso psicoactivo prehistórico del cannabis fuera del este de China, donde se domesticó como un cultivo.
De acuerdo a la investigación desarrollada por un equipo que incluyó a arqueólogos y químicos de la Academia China de Ciencias y la Academia China de Ciencias Sociales en Pekín, entre otros, identificaron cepas de cannabis quemadas en rituales de entierro desde el año 500 a. C., en las profundidades de la cordillera del Pamir, en el oeste de China, en plena Asia Central, una región que sirvió como un importante canal de comunicación cultural a través de Eurasia, que vincula a poblaciones antiguas en las regiones modernas de China, Tayikistán y Afganistán.
“Las perspectivas modernas sobre el cannabis varían mucho entre culturas, pero está claro que la planta tiene un largo historial de consumo humano, medicinal, ritual y recreativo a lo largo de miles de años”, dijo a The New York Times Robert Spengler, arqueobotánico del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Jena, Alemania, quien también trabajó en el estudio publicado en la revista Science Advances.
En concreto, los investigadores recuperaron alrededor de 70 artefactos de un sitio de entierro en Pamir, el Cementerio de Jirzankal, entre lo que se hallaron arpas, piezas de seda, y platos y tazones de madera.
Los expertos teorizan que los familiares de los fallecidos de la antigüedad, al parecer, creaban el humo colocando piedras calientes en braseros de madera —receptáculos para los objetos en llamas— y agregaban plantas de cannabis, según determinaron, de los residuos que se encontraron en el interior de 10 braseros y en rocas exhumadas de ocho tumbas en el mencionado cementerio de 2500 años de antigüedad.
Los nuevos hallazgos amplían el rango geográfico del consumo del cannabis dentro de la región de Asia central, dijo Mark Merlin, profesor de Botánica en la Universidad de Hawái en Manoa, que no participó en la investigación.
“El hecho de que se haya documentado la presencia de residuos fuertemente psicoactivos en las pruebas de laboratorio es la clave del nuevo hallazgo”, comentó Merlin, un historiador del cannabis, quien propuso la hipótesis de que “se usaba para facilitar la comunicación del cuerpo con la otra vida, el mundo espiritual”.
El THC es el componente psicoactivo más potente del cannabis, pero se descompone y oxida fácilmente en CBN si se lo expone al aire, la luz o el calor. El CBD, otro importante cannabinoide de la planta, no es psicotrópico, y el cannabis con un alto contenido de THC a menudo contiene un bajo nivel de CBD.
Los cannabinoides detectados en los braseros de madera son principalmente CBN, lo que indica que las plantas de cannabis quemadas presentaban niveles de THC más altos que los que se encuentran típicamente en las plantas silvestres.
Estos resultados sugieren que el cannabis quemado en el Cementerio Jirzankal podría haber sido alterado fisiológicamente a través de la hibridación, es decir, la domesticación o cultivo, o una expresión poco conocida de plasticidad genética en las plantas.
“Quizá se haya cultivado cannabis y posiblemente se hayan seleccionado activamente los especímenes más potentes”, estimaron los investigadores al sostener su teoría.
Para mayor información, puedes revisar el artículo publicado en la revista Science Advances aquí.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Ad code

Ad Code

Responsive Advertisement